18 de agosto de 2019

¿Confusión de Emociones? Analfabetismo Emocional

Dra. Aida Bello Canto, Emociones, Gestalt, Psicología, Analfabetismo emocional, relaciones
Ya hemos visto en diferentes artículos anteriores cómo el ampliar nuestro registro emocional, detectar lo que siento e identificar cada vez más emociones, nos enriquece de muy diversas maneras.
No solamente estaré en mejores condiciones de expresarme emocionalmente, reducir mi analfabetismo emocional, sino que nutriré mis vínculos, aportaré mayor claridad a la manera de relacionarme, detectaré más fácilmente lo tóxico y me encontraré con mayores posibilidades de elegir. La coherencia entre lo que pienso, siento y hago se tornará más presente, lo cual conduce a un profundo alivio.

Aumentar el registro corporal emocional nos favorece el ir restando anestesia a aquellas emociones que han quedado afuera de nuestra conciencia, por muy variadas causas; tomar contacto con una emoción, vivenciarla corporalmente, sentir la misma y cómo se presenta con sus señales claras físicas, abre una vía regia al darse cuenta de que está presente alguna emoción, aunque sea nueva, "rara" por desconocida o incluso empezar a discriminarlas entre sí. Apoyarme en mis sensaciones corporales me facilita aprender a nombrar lo que siento cuando lo siento. Estaré en mejores condiciones de expresar mis emociones, entenderME en mi sentir; lo cual no es poca cosa pues con alta frecuencia una persona puede padecer creyendo que siente una emoción y lo que que hace es utilizar el nombre conocido de otra muy distinta.

La confusión de emociones acarrea frecuentemente buena dosis de sufrimiento, y esto acontece cuando la persona no puede, no sabe, nombrar realmente su sentir y lo que hace es confundir sentimientos. Un ejemplo de este padecer del que hablo es nombrar angustia en lugar de registrar "estar conmovido/a". Cuando se le ofrece el espacio ( recuerden la importancia de darse tiempo para darse cuenta) a este ser para que permanezca con su emoción a la que nombra Angustia - y por ende la siente como tal- y se le pide que empiece a describir cómo lo siente, lo que describe es un gran caudal emocional, el pecho más abierto, cierta ternura y alta sensibilidad; termina diciendo Estoy conmovido/a. El llanto - si lo hay-  y toda su expresión corporal cobra otra dimensión interna en su sentir, habilitándose a conmoverse. ¿Y saben qué? la esencia que reside en este conmoverse, suele ser ternura y alegría, ¡cuán distinto a la angustia!
Otras tantas veces, lo que es nombrado como angustia es enojo o incomodidad frente a una situación o persona. Y si  posee problemas para nombrar y detectar enojo o incomodidad en el grado que sea, tendrá problemas a la hora de poner límites.

En Gestalt trabajamos de muy diferentes maneras la sensibilización corporal (toda emoción es registrada primero en el cuerpo). Les facilito un video de un ejercicio de Sensibilización corporal, con las manos, para que puedan ir entrenándose e indagando en sus emociones: cómo las expresan, si al recibir el "espejo" de su expresión emocional con las manos pueden darse cuenta si les llega de la manera que Ustedes sentían o no, ¿transmití lo que quise o expresé otra cosa? En este ejercicio muestro cinco emociones: tranquilidad, enojo, miedo, alegría y ternura. Cuando lo hagan, los convoco a que vayan probando diversas emociones. Ésto es una muestra, y solamente utilizamos las manos ... imagínense el trasladarlo a los gestos, a todo el cuerpo, expresiones faciales, tono de voz, etc.



Para comunicarnos con claridad y coherencia he de integrar mi sentir y transmitírselo a la otra persona; si poseo dificultad en saber lo que siento o en expresarlo, indefectiblemente mi comunicación se ve mermada. Si me enriquezco emocionalmente, me nutro en lo personal y lo traslado al modo de conectarme con el Otro, con el mundo.

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

11 de agosto de 2019

¿Personas Tóxicas o Relaciones Tóxicas?

Dra. Aída Bello Canto, Psicología, Gestalt, Emociones, Vinculos Tóxicos
El término de Personas tóxicas es muy conocido y utilizado en la última década, pudiendo encontrar varios bestsellers con este título y contenido. Hacen referencia a las personas que nos intoxican la vida con sus actitudes hacia nosotros, nos ponen obstáculos verbales - y a veces más que verbales, pueden ser de orden físico- ante nuestros proyectos e intentos de estar mejor, no nos dejan crecer, nos descalifican de alguna manera, nos manipulan para sus propios fines. Esta Gente Tóxica nos la podemos encontrar en cualquiera de nuestros medios: laboral, familiar, amigos.

Desde la Gestalt me parece apropiado el ser más claros con las palabras que utilizamos, dada la importancia que le concedemos a la comunicación clara y a la correlación directa entre lo que hablamos, pensamos y sentimos. ¿A qué voy? Al referirnos a Gente Tóxica, estamos nombrando a toda la persona, realizamos una generalización sobre ella, y ahí es dónde realmente pienso que podemos meter la pata con un precio colateral para nosotros mismos.

Intentaré ser lo más clara posible: definitivamente hay personas que nos complican la vida, nos agobian, nos quieren usar /manipular, su presencia nos genera agobio, nos sentimos en falta o menospreciados, son controladores, instigadores, invasivos. Son verdaderos expertos en el acoso moral ( término acuñado por la psiquiatra Marie-France Hirigoyen, ¡imperdible su libro del mismo nombre!). Mas no hemos de tomar a TODA  la persona como tóxica, sino que éste ser posee una o varias características/aspectos que nos intoxican; y desde esta manera de relacionarse con nosotros, se intoxica el vínculo.

Dicho de otra manera: hay relaciones tóxicas. 

Cuando puedo pararme desde el lugar que yo soy parte de este vínculo, la otra persona me necesita para verter su "veneno", por así decirlo, me apropio de muchas herramientas para hacer algo al respecto: desde el tomar distancia emocional hasta la disolución de esa relación en mi vida. Hay varias claves para detectar, evitar y enfrentar a estas personas con caractarísticas tóxicas para mí. Y subrayo el "para mí" porque lo que a mí me hace daño quizás para otro es inofensivo, o hasta encuentran sus opuestos complementarios ("cada roto encuentra su descosido" ¿es así? ¡Ustedes me entienden!).

Entiendo que es mucho más popular, para el entendimiento masivo, la utilización de los términos de Personas o Gente Tóxica, y no emito juicio alguno, sólo intento aportar los beneficios que conlleva el ser claros y cómo nos facilita y nos para desde un lugar menos expuesto, no tan indefensos frente a estos personajes que abundan, ¡proliferan!

Mayor claridad en que:
- Son aspectos de esa persona que me intoxican.
- Inciden estas características en la relación, tornándola tóxica.
- Decido personalmente no sostener esta calidad de vínculo.
- Tomo las acciones necesarias para salirme de ese "juego" (recuerden a muchas veces necesitamos ayuda, según el nivel tóxico que sea)
- Y si ha sido una relación afectiva importante para mí, puedo discriminar con claridad los aspectos que ya no elijo sostener, aguantar, justificar, etc, de los que sí posee esa persona que en algún momento dejé entrar en mi vida, pero que ya no son suficientes para sostener el vínculo. Si no logramos rescatar esas partes que me acercaron en algún momento (con lo cual también me dignifico y puedo despedirme de ellas porque ya en este HOY no son suficientes) y sólo me quedo con lo tóxico - real y contundente-, puedo transitar la culpa por romper el vínculo (a esto me refiero con precio colateral).

Ya bastante padecimiento atravesamos hasta que nos damos cuenta que habitamos en una relación que nos daña y nos intoxica. ¡No paguemos precios añadidos además!

Les deseo un hermoso día.

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

¡¡Usa tu detector emocional!!

¡Poderosa herramienta nuestra! ⭐️ El detector emocional que hemos creado a partir de nuestras experiencias nos brinda la valiosa capacida...