29 de septiembre de 2019

Chantaje Emocional: señales.

Dra. Aída Bello Canto, Psicología, Gestalt, Emociones, Vinculos Toxicos, Culpa, Miedo
El chantaje emocional es un tipo de manipulación que ejerce una persona cercana sobre otra para obtener lo que quiere, amenazando de forma clara o muy disfrazada, que habrá repercusiones si no "complace" el pedido. Así que las emociones de miedo o culpa se disparan, ya que el chantajista emocional sabe muy bien dónde tocar, cómo despertar en el otro el miedo a la pérdida de la relación.

La instalación de este tipo de vínculo tóxico lleva tiempo, con lo cual cuando el manipulado quiere salir o cambiar este estilo de relación, le cuesta muchísimo ... Tiene mucha confusión y poco registro del chantaje emocional al que ha estado y está sometido/a. ¡Estos manipuladores son grandes estrategas!

En el día de hoy te acerco unas señales a tener en cuenta para que puedas ver si alguna de las personas que te rodean están utilizando este tipo de manipulación contigo. El que puedas darte cuenta, es un enorme paso, pues ya sabes que el otro puede "amenazarte, directa o indirectamente" sino haces lo que quiere, pero el que lo hagas o no, depende de tí. 
Se necesitan dos personas para que funcione el chantaje emocional.

Fíjate si alguna persona cercana: (señales)

- te amenaza con terminar la relación si no haces lo que quiere.

- ignora o pone poca atención a tus deseos y/o necesidades.

- te elogia cuando complaces en lo que te pide o quiere, pero te dice lo opuesto cuando no lo haces.

Dra. Aida Bello Canto, Psicología , Gestalt, Emociones- te insinúa lo mucho que te puede complicar la vida (incluso el dinero puede ser utilizado como medio de presión).

- aparecen hermosas promesas que dependen de tu comportamiento (si complaces o no), y aunque lo hagas, verás que en el tiempo rara vez son concretadas.

- cuando no complaces, eres señalado/a "mala persona", egoísta, insensible, ... y un largo etc. Suele decir lo que conoce que para tí es más importante, y sabe dónde causarte dolor.

- te hace saber, directa o sutilmente, que se hará daño, se enfermará, caerá en el abandono o depresión, sino haces que lo que quiere.

Basta con que aparezca una de estas señales. En la relación ya existe el chantaje emocional, ¡para tener en cuenta! y recuerda que puedes salir de este estilo de relacionarse, evitar caer en ser manipulable a través del miedo y/o la culpa que el chantajista saber despertar en tí.

¡Te deseo relaciones sanas, con respeto a las diferencias y donde el reconocimiento es mutuo!


Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

15 de septiembre de 2019

El Enojo Tóxico

Dra. Aída Bello Canto, Psicología, Emociones, Gestalt, Enojo, Vinculos, Relaciones Tóxicas
En este hoy me voy a centrar en el enojo tóxico por su alta frecuencia en los vínculos cotidianos y su incidencia en las relaciones, por un lado, y en la propia persona, por otro.

Denomino tóxico al enojo que no puede resolver la situación que lo ha disparado, provocando en la mayoría de los casos que las relaciones se vayan complicando aún más. Otra manera que toma este tipo de enojo, es el del silencio, guardando internamente cuanto siente y piensa precisamente para no "generar más conflicto", mas esta respuesta es sólo una bomba de tiempo que puede explotar en algún momento inesperado o por pequeña causa, o puede implotar en la persona causándole afecciones físicas.

Ya que hemos venido revisando ciertas creencias y mandatos referente a la exigencia, sería de gran utilidad que aquella persona que se reconozca con un enojo tóxico revise sus reglas internas sobre el enojo, pues muchas veces las seguimos olvidando nuestras propias necesidades y deseos; éstas reglas no solamente tienen que ver con la expresión del enojo, sino con el mismo hecho de sentir tal emoción (pensamientos enjuiciadores, conclusiones sobre el enojo y sus consecuencias). Recordemos que el enojo es una emoción inevitable e imprescindible para poner límites. Lo que hemos de aprender es a que deje de ser tóxico y pase a ser resolutivo.

El enojo detona sentimientos de ansiedad, incertidumbre y hostilidad; un enojo tóxico pone en marcha un sistema de defensas que:
- intenta remediar sentimientos de deficiencia, insignificancia y aislamiento en relación a sí mismo/a y a otros,
- termina inutilizando áreas de la personalidad para uso constructivo,
- construye estrategias interpersonales en intento de alcanzar una de estas tres seguridades:

1) seguridad, afecto y estima (por lo tanto demuestra dependencia, sumisión y "bondad")
2) seguridad a través de la superioridad y el control (se mostrará perfeccionista o arrogante-vengativa)
3) seguridad apartándose de los otros, para estar a salvo ( fomentará la autosuficiencia e independencia).

Con estas estrategias puestas en marcha, podemos vislumbrar cómo afecta la manera de vincularse una persona con enojo tóxico. En el área vincular, sus relaciones se verán afectadas paulatinamente; en cuanto a lo personal, creará el campo fértil para lo psicosomático ya que este tipo de enojo está presente en el agotamiento crónico, la depresión, enfermedades del sistema inmunológico, cervicalgias, etc.

No nos enseñan ni nacemos sabiendo la manera de enojarnos eficazmente. Mas sí podemos aprenderlo, para beneficio propio y de nuestros vínculos. Para los que quieran conectarse con las fases del enojo y transformarlo en resolutivo y eficaz, les dejo este breve video:



"La habilidad para querer y dar afecto, la habilidad para luchar y la habilidad para cuidarse a sí mismo son capacidades necesarias para desarrollar relaciones interpersonales satisfactorias"
 (Karen Horney, 1950).

Y añadiría, con todo respeto, ¡para desarrollar relaciones satisfactorias con uno mismo!

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

8 de septiembre de 2019

¿Te das permiso para "No Hacer Nada"? ¿O te enfermas?

Dra. Aída Bello Canto, Psicología, Gestalt, Emociones, Inteligencia EmocionalUna gran cantidad de personas sienten culpa o exigencia cuando se disponen a "no hacer nada", aunque suene extraño e imposible que ocurra. Dedicar tiempo a actividades que no son "productivas", ni tienen que ver con trabajo e incluso no hacer tareas domèsticas esenciales, ¡no es tan fàcil!

Pareciera que les cuesta darse permiso a sí mismos para permanecer en el descanso, conectarse con el ocio, disfrutar un espacio amplio sin compromiso mental. Suelen pensar que están perdiendo el tiempo.

Aprender a insertar el ocio en nuestra vida, valorarlo y disfrutarlo, es toda una empresa; nada fácil para gran cantidad de personas. Reconocer que nos lo merecemos, que nos genera buen ánimo, mayor espacio mental para la creatividad o sencillamente - ¡qué no es poco!- un oasis a nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro Ser.

¿Còmo detectar esta dificultad para disfrutar? Imagínate una persona que se dispone a "no hacer nada", y en cuanto lleva un tiempo en ese estado, empieza a construirse en su mente un gran listado de las cosas que debería estar haciendo en lugar de estar tirado/a en el sofá viendo películas, en la cama dormitando, jugando en la computadora o en la terraza contando pájaros.
Acá la exigencia se hizo presente, pues siente que està perdiendo el tiempo, ¡y eso no se hace! 

También la culpa nos visita, poniéndonos nombres como holgazán/a, vago/a, dejado/a, etc. Ante lo cual el disfrute que  pudimos empezar a sentir "no haciendo nada", se evapora rápidamente. Algunos optan por permanecer un rato más, aunque la incomodidad va creciendo adentro, y otros sencillamente se levantan y buscan ejecutar una tarea de la lista mental.

No estoy hablando de las personas adictas al trabajo, que es otro tema. Me refiero a la mayoría que realiza muchas tareas diversas en sus vidas, y solamente si está agotado/a o enfermo/a, se permite el ocio. Incluso, cada uno haga su revisión personal,  para investigar si en ocasiones no se enferma para poder darse el permiso de quedarse en casa, o directamente en la cama. ¿Un resfrío, una gripe viral, un esguinze (largo etc)?

Además, la persona que no se permite concederse y disfrutar el "no hacer nada", critica y enjuicia a quien lo hace; puede ser motivo de conflicto en algunos vínculos. Uhm ... dá para pensar en la envidia no reconocida del que observa y critica el ocio ajeno.

Los beneficios son muchos y de diversa índole, haciéndolo desde la salud, por elección. Hay frases hechas en cada país para designar este "no hacer nada", que a veces la persona las dice riéndose, y hasta algunos confiesan cierta dosis de vergüenza. ¿Con què frecuencia contestas "estoy haciendo NADA"?

Sepan que en Bilbao radica la Universidad de Deusto, que se dedica a estudiar el Ocio. Poseen Maestrías y Doctorado en Ocio, investigaciones específicas y OcioBine ("aprender disfrutando / disfrutar aprendiendo"). Entre alguno de los temas que tratan son:

Aida Bello Canto, Psicologìa, Gestalt, Emociones, Ocio
- Derecho al Ocio. Ocio y Desarrollo humano.
- El ocio desde diferentes disciplinas (economía, psicología, sociología, educación).
- Ocio y familia; ocio e infancia.
- Ocio terapéutico; ocio y salud.

¿Cómo estás tú en este tema? ¿Te lo permites y lo permites?

Les deseo un lindo fín de semana. ¡Me voy a hacer nada!

Dra. Aìda Bello Canto
Psicologìa y Gestalt

¡¡Usa tu detector emocional!!

¡Poderosa herramienta nuestra! ⭐️ El detector emocional que hemos creado a partir de nuestras experiencias nos brinda la valiosa capacida...