La indecisión nos ubica en una posición incómoda y desagradable, sobretodo cuando la misma se extiende en el tiempo. Por supuesto que todos pasamos por momentos de indecisión, evaluando alternativas, sopesando la situación y revisando mentalmente qué es lo más adecuado para alcanzar una decisión final.
Suele ser un tránsito frecuente y cotidiano, ya que tomamos decisiones cada día, a veces tan pequeñas que no las registramos como tales. El tema se presenta con aquellas que aumentan de tamaño y ahí se ingresa en un espacio de no-acción que si se prolonga demasiado, la persona inicia un padecimiento en diferente grado.
Padecimiento, sí, utilizo esta palabra porque el indeciso realmente la pasa mal. Y generalmente no es que sólo se presente en una situación determinada muy importante (situaciones vitales de afectos, trabajo, estudios, etc) como nos pasa a todo "hijo de vecino", sino que la indecisión se hace presente a cada rato y hasta en elecciones de qué producto o artículo me llevo en una tienda. Aquí ya estamos en la indecisión crónica.
Hay dos razones fundamentales para que esto pase: 1) hay personas que necesitan un tiempo de toma de decisión más largo que el común de la gente; esto no es bueno ni malo: "es". Necesitan evaluar con mayor detalle los pro y los contras de cada alternativa. Esto suele pasar cuando las dos posibilidades son buenas o son "no tan buenas". Cuando claramente una destaca positivamente sobre la otra, no hay mucho que evaluar. 2) hay a quién le cuesta decir un No a algo; cuando decidimos, decimos un Sí, hay otra cosa/alternativa a la cual dejamos de lado. Y hay quienes quisieran tener un combo de las dos posibilidades, no descartar ninguna, ... y en la mayoría de los casos, esto no es posible.
Toda persona que se reconoce como indeciso, quiere dejar de serlo, le gustaría acortar el tiempo de procesar todo lo que se le viene a la cabeza, decidir más rápido y además quedarse conforme y contento/a con la decisión. Bueno ... definitivamente hay maneras de lograrlo, pero aviso de entrada que al principio los del caso 2) les costará un poco, ya que no podrán tener TODO. El beneficio es que se entrenan para acortar el tiempo, menos duración de la incomodidad, y aprenderán a confiar más en ellos mismos.
Varios estudiosos del tema recomiendan tomar en cuenta los siguientes puntos para conquistar la indecisión (Steven Berglar, de Forbes):
- No te preocupes por parecer inteligente ante los demás.
- Confía en tu instinto; es más sabio de lo que crees.
- Prioriza tus necesidades.
- Acepta los límites del análisis; actúa, fíjate en los resultados, realiza ajustes si son necesarios y sigue adelante.
Recomiendo que valorices tus preferencias y no intentes complacer a otros, ... salvo que tu decisión sea claramente el complacer a la otra persona: ¡eso ya es una decisión!
Por último, toma en cuenta que el no decidir también es una decisión válida. Muchas veces podemos optar por ella; lo importante es darnos cuenta que "elegimos no elegir". Con lo cual salimos del sufrimiento y de la parálisis.
¡Buena semana!
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muy buena reflexión Aida, Lindo blog!
ResponderBorrarMuy ùtil para mì! Gracias.
ResponderBorrarMe alegro mucho de que asì sea!
BorrarSaludos
Lo mas incomodo y difícil de resolver es cuando hay un desencuentro interior, cuando una parte interna nuestra quiere y hay otra que no..y la energía para tomar decisiones se pierde en esta pelea...Para mi es importante tomar conciencia de esto e intentar llegar a un acuerdo conmigo misma desde ese lugar. Que temas tan interesantes! Gracias Aida.Beso
BorrarEsta es una de las grandes indecisiones, la pelea interna a la que te refieres, y convocar a estas partes propias y arribar a un acuerdo es altamente aliviador. Sin duda alguna, la mejor herramienta para ello es la AutoAsistencia. ¡Por tus líneas sé que ya sabes esto! Felicidades!
BorrarEl paso del tiempo me hace ver que a los veinte decidía mas rápido y a los 40 las responsabilidades hicieron que tarde mas en cada decisión y en algunas sufra mas por la tardanza. Actualmente me estoy jugando creo la segunda ficha mas importante de mi vida.
ResponderBorrarGracias por tu reflexión!!Solo necesito confiar en mi y en la vida y seguir mi intuición, pero que miedo me da.....
Te entiendo ... ¡y cómo! Las tres cosas que nombras en las cuales necesitas confiar, son piedras preciosas. Hellinger nos insta a seguir nuestra intuición siempre, "permitir que el alma sintonice", y nos señala el camino a través de simples sensaciones: gratas o no gratas. A mí me suma ... ojalá que a tí también!
BorrarComo siempre Aida, excelente tus pensamientos volcados en el blog. Una vez me dijeron que decidir viene de cortar separando lo que es util de lo que no lo es... Ahora cuanto cuesta a veces separar la paja del trigo!!
ResponderBorrarComparto el comentario anterior de que con el paso de los años uno se juega mas cosas en cada decisiòn... hay mas para perder y eso hace que se haga mas dificil o largo el proceso de decidir y tambien me suma lo de buscar a traves de sensaciones el camino!!
Pienso que tambien esta bueno tolerar la propia indecisiòn... por esto de la teoria paradojal del cambio que parece que funciona y cuando podemos asumir y tolerar como estamos aparece el milagro y todo cambia...
Gracias por ayudarnos a pensar!!
Adrian
Gracias por tu comentario, Adrian. "Cuando podemos asumir y tolerar como estamos aparece el milagro y todo cambia".
BorrarMe produce algo muy lindo el recibir que estas líneas para algo sirven. ¡Gracias!
Muy bueno Aìda !! Como siempre.Por suerte ,tengo una indecisión "normal".Besos,Luci
ResponderBorrarAida, nunca te comenté que este posting está fabuloso... Bueno... como siempre. Una vez más, gracias!
ResponderBorrarLaura, Florida USA
¡Gracias Laura por tus palabras!
BorrarQué lindo recibir tu comentario.
Un enorme abrazo.
Aida
¿ Como puede la familia ayudar a una persona que tiene que tomar una decision importante y lleva un año dandole vueltas, angustiado y sin poder decidir?
ResponderBorrarHola. Tu pregunta no es fácil de responder "como quizás esperas", pues está el gran cariño de la familia que desea ayudar a esta persona indecisa y presencia su angustia y dolor frente a la indecisión, mas ... no es mucho lo que puede hacerse desde afuera.
BorrarToda sugerencia hacia algún lado de la toma de decisión le resta fuerza y responsabilidad a la persona específica que tiene que tomar la decisión. Esto no le ayuda, aunque parezca aliviador al principio.
La mejor ayuda es poder plantearle a este Ser querido que revea cuán importante es realmente tomar esta decisión pues ha pasado un año ... a lo mejor ya perdió el "valor" del momento. Y si es así, se facilitará el paso a SOLTAR el tema y centrarse en su vida sin tal decisión.
Por otro lado, que se plantee que posee sólo 24 horas para decidir (ya lleva un año viendo las posibilidades), ¡y que lo haga! preparándose de antemano que no será una decisión 100% que lo haga sentir pleno mas obviamente elige lo que MEJOR SIENTE QUE ES PARA SU PERSONA.
El tiempo prolongado sirve de autoengaño en cierto sentido, una evitación de la responsabilidad de la decisión, y como dije: la no decisión también es una decisión. Si es así, que pueda darse cuenta y bajará la angustia: Decido no decidir.
La familia solamente puede acompañar, ¡lo cual no es poco! pero bajo ningún punto, elegir por él/ella.
Ojalá te sea útil mi respuesta.
Un cálido saludo,
Aida