28 de enero de 2018

Palabras Positivas = Cambio en el cerebro (las negativas también)

Aida Bello Canto, Psicologia, Gestalt, Emociones, Actitud Positiva
Todo cuanto decimos y pensamos incide directamente en nuestro cuerpo y en nuestro estado emocional, a través de los químicos que segregamos en nuestro cerebro con las palabras. Son numerosas las investigaciones y resultados en neurociencias al respecto. ¡incorporemos ésta cotidiana herramienta para un profundo beneficio y cambio!

Las palabras positivas que tengamos incorporadas y utilizamos, van generando cambios en nuestro cerebro al mismo tiempo que nuestras emociones y actitud positiva se fortalecen. Por supuesto que también ocurre con las palabras negativas, va cambiando el cerebro, emociones y actitudes, sólo que de una forma totalmente diferente.

Esta información  podrá gustarnos o no, sencillamente ES. Nos hemos de hacer responsables de la manera en que nos comunicamos, las palabras que empleamos, cómo nos dirigimos hacia las otras personas, y cómo nos hablamos a nosotros mismos internamente (autorreproches, juicios).

Las palabras importan y la cantidad de veces que las utilicemos también. La buena noticia es que podemos aprender a emplear cada vez más palabras positivas, entrenarnos a expresar más frecuentemente palabras positivas.

Un ejercicio fácil y práctico para entrenarnos es realizar una lista con las expresiones positivas que más frecuentemente utilices; escribe una lista de las palabras o frases positivas que uses. Por ejemplo:
- Gracias
- Te deseo lo mejor
- Te quiero
- ¡Sí!
- Estupendo
- Genial!
                                        El tornillo flojo


Elige dos palabras o frases cada día con el objetivo de tenerlas más presentes para utilizarlas mucho más ese día. Y de esta manera, ve eligiendo cada día las palabras positivas que quieras, y úsalas!

Un lenguaje diferente genera un cerebro diferente.

Recordemos también que la palabras influyen en las relaciones afectivas y en la calidad de nuestros vínculos. La manera en cómo nos comunicamos, si expresamos nuestras emociones y las palabras empleadas, pues muchas veces pueden ser utilizadas como golpes "sin puño". Las palabras pueden herir de tal manera que la relación queda por siempre afectada.

Seamos cuidadosos  con nuestras plabras en beneficio propio y a favor del bienestar en nuestros vínculos.

Me despido utilizando mi frase elegida: ¡Te deseo una Buena Vida!

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

2 comentarios:

  1. Muy interesante y valioso como siempre. Gracias!
    Rodrigo

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  2. Este articulo debe ser considerado como Material Didactico
    en las Escuelas!














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