5 de enero de 2020

Tus pensamientos te controlan ... ¿o al revés? Herramienta.

Dra. Aída Bello Canto, Psicología, Gestalt, Emociones, Relajación, Emociones
Estamos llenos de pensamientos, y muchas veces damos vueltas y vueltas respecto a un tema o situación que nos inquieta, nos genera ansiedad, angustia, ... sin saber cómo salir de ellos, cambiar la dirección de nuestros pensamientos, parar!

Las respiraciones y la relajación son dos herramientas altamente eficaces para aprender a salir de esas "ruedas de pensamientos incansables", ser nosotros mismos los que decidimos hacia dónde va nuestra atención, y que no sean nuestros pensamientos los que nos controlen.

También incidimos positivamente en las emociones, posibilitamos un cambio de actitud positiva y cuidamos nuestro cuerpo de no acumular tensión nerviosa.

Les ofrezco un ejercicio de relajación básica (8 minutos + 2 de introducción), sencillo, mas no por ello menos profundo. Mi objetivo es que puedan empezar a entrenarse en esta enorme herramienta de una manera suave, respetando cada uno su tiempo y su posibilidad de lograrla.

Aida Bello Canto, Psicología, Gestalt, Emociones, RelajaciónPlantéatelo como una meta a alcanzar paso a paso, con constancia. No te exigas el lograr la relajación desde la primera vez, aunque sea una básica, pues para muchos representa distintos desafíos:
- bajar la tensión,
- aprender a soltar los pensamientos, y
- conectarse con el estado de serenidad interna, generado por la disminución de tensión.


Paulatinamente, al hacer tu relajación, irás operando en estos tres desafíos, sin forzarte y sin exigencia.

El ejercicio de relajación trae consigo 3 en 1:

1) La base de la relajación es ir disminuyendo la tensión muscular de nuestro cuerpo. Donde hay tensión nerviosa SIEMPRE hay tensión muscular. Para la mayoría de nosotros, disminuir directamente la tensión nerviosa es muy difícil (no basta con saber que estoy nerviosa y por ejemplo deb,ido a ello me duele la cabeza, para que con este conocimiento pueda conseguir que desaparezca). Así pues, la manera de llegar a su disminución eficazmente es a través de bajar la tensión muscular. ¿Cómo lograrlo? pues bien, una de las maneras es la relajación.
Sepamos que si miramos el prospecto de varios medicamentos ansiolíticos, para poner un ejemplo, encontraremos que son miorelajantes (Mio = músculo) con lo cual logran químicamente lo que aquí te propongo que incorpores poco a poco este ejercicio de relajación para que puedas llevarlo "portátil" en tu vida.

2) La relajación nos lleva suavemente a aprender a focalizar nuestra atención. Durante el ejercicio aprendemos a ubicar nuestra atención en la respiración, a centrarnos en cómo el aire entra y sale. Al principio aparecen muchísimos pensamientos, y de toda índole (de lo que tengo que hacer, de lo que me olvidé, a quién tengo que llamar, y un larguísimo etc), y cada vez que aparece un pensamiento ... nos volvemos a centrar en nuestra respiración. ¡Ni te molestes contigo mismo/a por la frecuencia de aparición de tus pensamientos! lo importante es no quedar enganchado/a en ellos, sino el reubicar nuevamente tu atención en tu respiración. Con la práctica irás dándote cuenta de que se presentan más espaciados y te focalizas más fácilmente en tu respiración.

Aida Bello Canto, Psicología, gestalt, Relajación, Emociones

3) Cuando vas avanzando en el ejercicio, disminuyendo la tensión muscular, te darás cuenta que tu respiración se hace más pausada; centrado/a en tu respiración estás habitando el Aquí y Ahora, sin irte ni para atrás ni para adelante en el tiempo (recuerdos o anticipación), logrando con ello poco a poco ir aquietando tus emociones incómodas - por así decirlo- y acrecentando un estado emocional de tranquilidad / serenidad. Al disminuir tu tensión muscular has ido operando indirectamente en la disminución de la tensión nerviosa, has puesto a funcionar otros químicos en tu cerebro,  dando como resultado un sentir la tranquilidad (a nivel físico, mental y emocional).

Único requisito: CONSTANCIA. La relajación requiere entrenamiento y ésto habla de práctica, lo más frecuente posible. No esperes conseguir los beneficios en una sola vez, no esperes a sentirte "mal" para hacerlo pues te costará mucho más; en cambio, si estás entrenado en la misma, cuando la precises te será de gran ayuda pues incuso tu cerebro acude a un nuevo mapa que has creado (neuroplasticidad).



Por supuesto que según vas avanzando en tu entrenamiento, no necesitarás esta guía o acompañamiento. Lo harás tú solo/a, que es el objetivo final, y tampoco necesitarás un espacio especial para hacer la relajación, pudiendo llevarla a cabo en cualquier lado que tengas 10 minutos sentado/a.

Construir hábitos nos lleva tiempo ... aunque sean saludables y nos mejoren la calidad de vida. ¡Paciencia, constancia, práctica!

¡Te deseo lo mejor!

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

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