En las relaciones tóxicas aparecen diferentes modos de manipular una parte a la otra, siendo algunas muy evidentes por ser activas, visibles podríamos decir, como lo es el autoritarismo, y otras sumamente sutiles y envolventes como es "hacerse la víctima". Sea cual fuere el estilo de manipular (ya sabemos que son cuatro) todas ellas llevan al control del poder de una de las partes en la relación y al sometimiento de la otra. Ésta es la esencia de lo tóxico, la asimetría en la relación, la presencia del manejo del poder en el vínculo (pareja, amistades, familia, trabajo).
La amenaza es una de las estrategias que pueden aparecer en las relaciones tóxicas con el objetivo de lograr que la otra persona acate la voluntad, cumpla con el "pedido". Lo pongo entre comillas porque muchas veces el pedido no necesita ser explícito, el manipulador no tiene que decir con claridad lo que quiere o espera de la otra persona, porque YA LO SABE: no quiero que te vayas, no quiero que salgas, no quiero que te reúnas con otras personas, me dejas sol@, me abandonas, no me quieres lo suficiente, etc.
¿Qué pasa específicamente con la amenaza? que es una de las violencias psicológicas más contundentes para lograr el objetivo deseado, ya que el chantajista emocional sabe precisamente que botón emocional apretar en la otra persona para que se desestabilice internamente, aparezca el miedo a las consecuencias y se sumerja en las aguas de la incertidumbre: temor a la posibilidad de que lleve a la realidad la amenaza.
Las amenazas pueden ser de muy diferente índole, contenido, mas todas confluyen en la pérdida de algo o de alguien; pérdida de afecto, de amor, de seguridad económica, llevarse a los hijos, matarse (amenaza de suicidio), golpear. En lo laboral, la amenaza puede ser no solamente la pérdida del trabajo, sino también de no lograr subir, ascender, mejoras salariales, etc.
Lo que posibilita al manipulador lograr la eficacia con sus amenazas, es que son grandes conocedores de las debilidades emocionales de la otra persona en la relación: poseen un conocimiento íntimo del otro, saben cómo generar miedo y/o culpa, pudiendo golpear con precisión donde hacen daño. Incluso, sacan provecho de información ofrecida en confianza por la otra persona en un momento dado, para sacarla a la luz y utilizarla para controlar.
Las amenazas, una vez que aparecen, van aumentando y haciéndose más frecuentes. Se llega a un punto en las relaciones tóxicas donde este tipo de violencia ha cobrado presencia, que basta el lenguaje corporal, los gestos, mínimas palabras, para poner en movimiento el ejercicio del control, dejar en claro quién tiene el poder.
Toda amenaza, por pequeña que sea, es violencia, en la relación que sea, no pensemos que sólo acontece en una pareja. Y ¡no la justifiques adentro tuyo! la ausencia de límites habilita a que el otro siga avanzando, y este "permiso concedido" nos torna cómplices, aunque nos disguste la palabra.
Si te encuentras inmers@ en una relación con estas características, e ignoras cómo salir de ella de forma adecuada, incluso para no repetir con otros personajes en tu vida, te sugiero la lectura de Saliendo de Relaciones Tóxicas.
También encontrarás material en mi canal de YouTube al cual puedes suscribirte.
¡Espero te sea útil!
Dra. Aida Bello Canto
Psicología y Getalt
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Expande tu Colchón emocional: Bienestar!!
¡Gran colchón emocional"! 🙌🙌 Poner el foco en lo que tenemos valioso, cuánto bueno habita en nuestras vidas , las personas queridas...
-
Cuando hablamos de maltrato, todos nos podemos hacer una idea de qué se trata e incluso lo unimos a la violencia, sea física y/o emocional...
-
La postergación es el lugar a donde van los deseos, los proyectos, las ganas. Siempre hay un "después", "será en otro momen...
-
Invitada de lujo en este Live Instagram de @dra.aidabellocanto con la NeuroCoach Tania Cabrera, @decretosdelalma, brindándonos claridad a e...
Excelente!! Gracias.
ResponderBorrarRodrigo