15 de septiembre de 2019

El Enojo Tóxico

Dra. Aída Bello Canto, Psicología, Emociones, Gestalt, Enojo, Vinculos, Relaciones Tóxicas
En este hoy me voy a centrar en el enojo tóxico por su alta frecuencia en los vínculos cotidianos y su incidencia en las relaciones, por un lado, y en la propia persona, por otro.

Denomino tóxico al enojo que no puede resolver la situación que lo ha disparado, provocando en la mayoría de los casos que las relaciones se vayan complicando aún más. Otra manera que toma este tipo de enojo, es el del silencio, guardando internamente cuanto siente y piensa precisamente para no "generar más conflicto", mas esta respuesta es sólo una bomba de tiempo que puede explotar en algún momento inesperado o por pequeña causa, o puede implotar en la persona causándole afecciones físicas.

Ya que hemos venido revisando ciertas creencias y mandatos referente a la exigencia, sería de gran utilidad que aquella persona que se reconozca con un enojo tóxico revise sus reglas internas sobre el enojo, pues muchas veces las seguimos olvidando nuestras propias necesidades y deseos; éstas reglas no solamente tienen que ver con la expresión del enojo, sino con el mismo hecho de sentir tal emoción (pensamientos enjuiciadores, conclusiones sobre el enojo y sus consecuencias). Recordemos que el enojo es una emoción inevitable e imprescindible para poner límites. Lo que hemos de aprender es a que deje de ser tóxico y pase a ser resolutivo.

El enojo detona sentimientos de ansiedad, incertidumbre y hostilidad; un enojo tóxico pone en marcha un sistema de defensas que:
- intenta remediar sentimientos de deficiencia, insignificancia y aislamiento en relación a sí mismo/a y a otros,
- termina inutilizando áreas de la personalidad para uso constructivo,
- construye estrategias interpersonales en intento de alcanzar una de estas tres seguridades:

1) seguridad, afecto y estima (por lo tanto demuestra dependencia, sumisión y "bondad")
2) seguridad a través de la superioridad y el control (se mostrará perfeccionista o arrogante-vengativa)
3) seguridad apartándose de los otros, para estar a salvo ( fomentará la autosuficiencia e independencia).

Con estas estrategias puestas en marcha, podemos vislumbrar cómo afecta la manera de vincularse una persona con enojo tóxico. En el área vincular, sus relaciones se verán afectadas paulatinamente; en cuanto a lo personal, creará el campo fértil para lo psicosomático ya que este tipo de enojo está presente en el agotamiento crónico, la depresión, enfermedades del sistema inmunológico, cervicalgias, etc.

No nos enseñan ni nacemos sabiendo la manera de enojarnos eficazmente. Mas sí podemos aprenderlo, para beneficio propio y de nuestros vínculos. Para los que quieran conectarse con las fases del enojo y transformarlo en resolutivo y eficaz, les dejo este breve video:



"La habilidad para querer y dar afecto, la habilidad para luchar y la habilidad para cuidarse a sí mismo son capacidades necesarias para desarrollar relaciones interpersonales satisfactorias"
 (Karen Horney, 1950).

Y añadiría, con todo respeto, ¡para desarrollar relaciones satisfactorias con uno mismo!

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

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