Muchos de nosotros conocemos o hemos conocido relaciones tóxicas, hemos sido testigos de maltrato e incluso hemos presenciado reiteradas "mini violencias" (descalificación, humillación, ...), sin saber qué hacer al respecto.
Cuando decidimos hacer algo con el objetivo claro de intentar ayudar a nuestr@ amig@ o familiar, para que pueda darse cuenta del tipo de relación que está teniendo o que tome registro del sometimiento, del silencio o de la justificación que toma como respuesta frente al maltrato del otro, la mayoría de las veces nos encontramos con la negación del hecho o minimizando la situación: "No es para tanto", "Él /Ella es así; no lo/a tomes en serio", "¿Tu crees?", "¡Está tan agobiad@ por el trabajo!", "Está nervios@, no fue su intención herirme", etc.
Hay muchas respuestas emocionales de la persona que intenta ayudar a un ser querido que está inmers@ en estos vínculos y se encuentra con la negación o que minimiza la situación de maltrato - sea el que sea de la amplia gama que hay-, e incluso si reconoce cierta dosis de esta violencia presente en su relación (de pareja, amigos o familia), posiblemente termine calmando a la persona que interviene a su favor, diciéndole que "¡ya va a cambiar! en el fondo, no es así". Pasa a sentir sorpresa, enojo, cierta dosis de indignación e impotencia.
Para poder ayudar a una persona sometida, hemos de recordar que esta relación tóxica se fue construyendo en el tiempo, poco a poco, con lo cual la víctima se ha anestesiado a muchos agravios, o si ha aumentado el nivel de maltrato, ya pasa al silencio por sentir culpa o miedo y se le hace muy difícil blanquear la situación de violencia por vergüenza. Todos estos datos emocionales los maneja a la perfección el maltratador, dando por hecho que su poder funciona aún en la distancia y que la otra persona mantendrá la boca cerrada. Lamentablemente, no se equivoca.
Entonces, ¿cómo ayudar?
- Acércate a hablar con la persona maltratada sin juzgar ni culpabilizar. Aún con nuestras mejores intenciones, muchas veces juzgamos o le mostramos directamente la responsabilidad que tiene en aguantar todo lo que viene pasando, sin darnos cuenta que la "vícitma" ya se juzga y se culpa por ello, pero no sabe cómo salir de ahí. Si quieres ayudar, no refuerces el juicio y la culpa.
- Habla sin atacar a la persona que maltrata/ somete, pues al negar o minimizar la situación de violencia, saltará a defenderl@, a justificarl@, no pudiendo escucharte ni registrar tu intento de ayuda. Entra en juego cierta fidelidad hacia la otra persona, con la cual está "pegada emocionalmente". la relación es tóxica, con lo cual los dos están inmersos en ella.
- Interésate en cómo está la persona que quieres ayudar: cómo se siente, si necesita ayuda en algún aspecto de su vida, hazle saber que cuenta contigo para escucharl@. Esta postura tranquiliza a la víctima y poco a poco podrá ir dándose el permiso de romper el silencio y empezar a mostrar su padecimiento.
- Responde a cualquier petición de ayuda; suele darse en situaciones de violencia física y el primer objetivo es garantizar la seguridad de la victima (y de sus hijos, si los hay). Hay organizaciones especializadas para ello y centros de apoyo. No basta con que te los lleves a tu casa. En muchos casos hay que elaborar un plan de seguridad y los profesionales especializados en violencia intrafamiliar son de enorme ayuda.
- Sugiérele buscar ayuda profesional terapéutica para que a su tiempo interno pueda rescatar y reconstruir su autoestima y aprender a poner límites. Paulatinamente irá pudiendo salir de la situación de dominio existente en esta relación tóxica. Puedes ayudar en la búsqueda de ese profesional e incluso acompañarl@ en el primer encuentro (sentirá miedo).
Sé que muchas veces querrás bajar los brazos en tus intentos de ayudar, el sentimiento de impotencia es grande ... mas siempre puedes aportar un granito de arena, desde donde puedas y como puedas; desde donde la otra persona pueda escucharte y como pueda accionar.
¡Una pequeña luz en la oscuridad!
Dra. Aida Bello Canto
Psicología y Gestalt