4 de noviembre de 2016

Tú elijes ... ¡o lo hace otro!

Psicologia, Gestalt, Aida Bello Canto, Emociones, Elegir, Decidir
Día a día tenemos la oportunidad de realizar elecciones, desde lo pequeño a lo grande, influenciando las mismas en nuestra vida: qué hacemos, cómo lo hacemos, nuestras relaciones, proyectos, ... Con alta frecuencia no registramos que podemos elegir, dejándonos llevar por los hábitos, lo que estamos acostumbrados, aunque no estemos satisfechos.

Es imprescindible, si deseamos un cambio, tomar contacto con nuestras necesidades, descubrir qué hacemos con ellas, ¿las escuchamos y las atendemos?, ¿las evitamos? y de ser así, de qué manera hacemos lo que hacemos y cómo nos repercute a nosotros mismos y de qué manera incide en nuestras relaciones. Nos vamos apropiando de lo que nos pasa, tomando el protagonismo de nuestra existencia, registrando nuestra posible complicidad en muchas situaciones, aún con lo doloroso o incómodo que puede ser este descubrimiento, mas nos saca de la impotencia o lugar de sometimiento.

A partir de registrar qué necesitamos para estar mejor, empezamos a tomar decisiones enfocadas hacia nuestro objetivo. Empezamos en lo pequeño, en lo posible, en lo cotidiano. A veces sentimos que es tan grande el cambio que queremos que lo vemos imposible e inalcanzable. Mas, pequeños pasos llevan a largas distancias.
Aida Bello Canto, Psicologia, Emociones, Gestalt, Elegir
Cuando no ejercemos nuestra habilidad de elegir, le entregamos este poder a otra persona, a las situaciones que se presentan, ubicándonos en un lugar pasivo en nuestra vida. Para muchos no es grato, mas es más cómodo, porque si no me siento bien o no sale bien, la culpa es del otro, o la situación: no me hago responsable de mi parte, de haber dado permiso con mi consentimiento o silencio.

Hay acontecimientos que nos pasan ante los cuales no podemos hacer nada concretamente para cambiarlos, mas aún bajo estas circunstancias podemos elegir qué actitud tomar frente a las mismas. 
Comparto un pensamiento anónimo:

"Nada ha cambiado, 
sólo mi actitud.
Por eso, todo ha cambiado"

Podemos darnos cuenta, despacio y cada uno a su tiempo interno, qué elijo y para qué lo elijo, y si con estas respuestas sigo eligiéndolo - sea lo que sea- entonces me abro a quererlo, me cambia la mirada, mi actitud se torna positiva, me apropio de mi elección. Muchas veces lo que elijo no me gusta en sí mismo, mas lo hago desde los beneficios que me reporta ( un ejemplo concreto es ir al dentista, ¿a quién le gusta?). Y esto lo aplicamos a cada área de nuestra vida.

Y si descubro que no quiero lo que hago ... y lo sigo haciendo ... no me voy a autoengañar ni tirar afuera la responsabilidad de lo que me pasa. Por lo menos he de tener muy claro que haciendo lo mismo, voy a obtener los mismos resultados.

También puede pasar que sigo sin querer lo que hago y lo elijo todavía (me encanta la importancia de esta palabra: TODAVÍA) debido a que ignoro cómo generar el cambio o aún no tengo las herramientas necesarias. Ya es un gran paso este darse cuenta, que impregna de otra actitud, sin duda alguna.

Y tú, ¿qué estás eligiendo?

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

2 comentarios:

¡Stop al Maltrato!

¡El maltrato intoxica! Desde el pequeño al grande 🤦‍♀️ 🔥 Es fundamental establecer límites claros y no tolerar ninguna forma de maltrato...