26 de julio de 2014

"Darme Tiempo para Darme Cuenta"

Gestalt, Psicologia, Darme Tiempo, Necesidades, Toxico, Comunicacion, Analfabetismo emocional, Aida Bello Canto
En Gestalt utilizamos con frecuencia una frase "Darse tiempo para Darse Cuenta", queriendo transmitir la importancia de parar, detenerse en algún instante del día, para prestar atención a cómo estamos, qué nos está pasando, percatarnos de si nuestros planos físico, mental y emocional están aliniados, en sintonía. Es muy difícil percibir nuestras incoherencias  (por ejemplo cuando mi mente me dice una cosa y lo que siento al respecto, va por otro lado), si vamos rápido por la vida, nos subimos al tren programado diario ... y de esta manera, cada día.

Imagínate caminar rápido por una acera, ¿qué has podido percibir a tu paso? posiblemente que hay autos, negocios, algún que otro árbol y gente que camina por la misma. Mas, ¿de qué son los negocios? ¿cómo son  y qué te parece el contenido de las vidrieras? ¿qué expresiones tienen las personas con que te cruzas? Posiblemente las respuestas que puedas dar a alguna de estas preguntas, sean muy generales y hasta te encuentres sin saber qué responder en otras porque sencillamente no te diste cuenta. Pues esto mismo, nos pasa a nosotros con nuestro mundo interior; seguimos de largo ante sensaciones corporales, aparecen necesidades provenientes de variada fuente interna y nuestra sordera y/o ceguera es grande.

Esta propia sordera de la que hablo es la que funciona con diferente profundidad en cada uno de nosotros y en unas áreas más que otras; aparece en todos los temas que se han ido tocando: cuánto ponemos en el cuerpo y aún así "seguimos de largo" sin escuchar su mensaje, sostenemos nuestro analfabetismo emocional sin detenernos a ver qué estamos sintiendo, registramos a lo mejor nuestra dificultad en el pedir mas no tenemos ni idea de qué pedir, podemos tener necesidad de un cambio mas es tan general que no le podemos poner "apellido a esta necesidad de cambio", entonces ¿por dónde empezar?

El darnos tiempo para darnos cuenta nos abre una puerta al encuentro de mayor claridad interna, imprescindible para una mejor convivencia con nosotros mismos y, ni qué decir, para convivir con el afuera, para relacionarnos, para registrar la calidad de nuestros vínculos, ¿son nutritivos, son tóxicos?, para mejorar mi comunicación y descubrirme en los frecuentes supuestos que hago sobre el otro ... y sobre mi propia persona.

Este darnos tiempo para detenernos en busca de mayor claridad interna es aplicable a TODO:
- ubicar nuestras prioridades,
- diferenciar lo importante para mí,
- registrar mi sentir en una situación específica y accionar acorde a la misma y no a mis suposiciones,
- focalizar mi deseo, intención, proyecto, para dar los pasos para su concreción,
- darme cuenta de lo que necesito y a quién necesito en el afuera,
- escuchar mi cuerpo y atenderlo (con frecuencia nos damos cuenta de la necesidad de descanso cuando ya estamos agotados)
- cuando voy a comunicar algo importante para mí, decir con claridad lo que quiero transmitir (no irme por las ramas y el otro que adivine lo que quise decir); con respeto y cuidado ... y ésto requiere entrenamiento.

En fín, la lista es larga, mas espero dejarles la esencia de la importancia de darnos un tiempo cada día (les aseguro que no es mucho) para acudir a nuestro propio encuentro.Quienes van incorporando a sus vidas las respiraciones, la relajación básica, entre muchas posibilidades existentes, tendrán un mayor acceso a esta toma de contacto interno. ¡Házlo a tu manera!

¿De qué te has dado cuenta hoy? ¿Lo compartes? ¡Gracias!

#Gestalt #Necesidades

6 de julio de 2014

El Cuerpo habla los Silencios

Gestalt, Psicologia, Cuerpo, sintoma, enfermedad, Anestesia Emocional, lenguaje corporal, Aida Bello Canto
En Gestalt es sumamente importante nuestro cuerpo físico, formando parte de nuestra integridad junto a nuestra mente y nuestras emociones. Todas éstas áreas las tenemos interrelacionadas, incidiendo una en las otras; he señalado en diferentes oportunidades cómo un pensamiento incide en nuestras emociones, las actitudes en nuestros químicos del cerebro y el movimiento corporal (por ejemplo la danza o ejercicios de respiración) puede generar cambios tanto en lo emocional como en lo mental.

De ahí que nuestra mirada, en Gestalt, es integrativa, teniendo relevancia cada una de estas "puertas" para conocernos, para crecer, transformar aspectos internos, actitudes, cerrar situaciones pendientes, abrirnos a lo nuevo, desplegar nuestras potencialidades (y un largo etc). Apuntamos al darnos cuenta cuándo somos coherentes (sentir, pensar y hacer en una misma dirección) y cuándo no; ser cada vez más responsables de nuestras elecciones, ampliar nuestro espectro de las mismas (recordemos que una "no elección", es una elección).

Ya que he puesto mucho énfasis en los últimos escritos sobre el área emocional, impera darle espacio al Cuerpo, pues es quien se encarga de recepcionar TODO cuanto nos acontece, es el primero en registrar lo que nos pasa con sus sensaciones, nos demos cuenta o no en la conciencia, le podamos poner nombre o no a nuestro sentir o claridad en lo que estamos pensando. Nuestro cuerpo sí registra.

Tenemos muchas expresiones donde se hace claro este vínculo: "Uy, me cayó como una patada al hígado", "Tengo un nudo en el estómago", "Siento una pelota atragantada en la garganta", "Tengo mariposas en el estómago", ... Muchas veces nos damos cuenta de lo que nos pasa corporalmente en conexión con lo que nos pasa en el afuera. Otras veces no.

Hay diversas maneras de abordar el tema de cuando el Cuerpo Habla, mas me centraré hoy en cuando es receptáculo de nuestros Silencios. En frecuentes ocasiones nos callamos por elección, y lo elegimos por muy distintos motivos (para evitar conflictos, por miedo, nos quedamos sin palabras en ese momento y después no sabemos cómo retomar la situación, no sabemos con quién compartir lo que nos pasa, no queremos preocupar - es lo que nos decimos a nosotros mismos-, ...) y vamos depositando en el cuerpo estos silencios sin darnos cuenta, fundamentalmente cuando es nuestra respuesta reiterada.

Cada cuerpo encuentra su manera de "hablar", de hacernos presente la necesidad de atendernos: tensiones en cervicales, alta presión, esguinces recurrentes, lumbalgias, migrañas, acidez estomacal, etc. El lenguaje de las afecciones físicas es amplio (hay varios libros al respecto) e incluso en Gestalt la Dra. Adriana Schnake se ha especializado en el lenguaje del síntoma ( "Enfermedad, Síntoma y Carácter").

¡No toda afección física es un silencio puesto en el cuerpo! Somos humanos y nuestro cuerpo se resiente, nos enfermamos o podemos presentar dolencias de amplia variedad. Lo que hemos de prestar atención es a la repetición o permanencia crónica en nuestro cuerpo. Quizás nos esté hablando, poniéndole su lenguaje especial a esa emoción que callamos (nos tragamos) y/o a situaciones indeseadas que "normalizamos", para que veamos qué tenemos que cambiar en nosotros, qué herramientas no estamos empleando o qué aspecto nuestro ha de ser transformado.

Si nos prestamos atención podemos dar cuenta de muchos de estos Silencios depositados en el cuerpo. Fíjate, escúchalo y cuídalo (no tenemos oficina de recambio).

Otras veces, no tenemos ni la menor idea, e incluso pueden ser corazas corporales instaladas en algún momento de nuestras vidas, para protegernos. Por la importancia de este último punto, las corazas corporales, lo dejo para otra oportunidad, pues incluso es una de las razones por la que puede instalarse la anestesia emocional.

Ojalá vayamos depositando cada vez menos Silencios en nuestro Cuerpo y que cuando optemos por callar sea por una clara elección sin "pagar ningún precio".

¡Buena semana!

¡¡Usa tu detector emocional!!

¡Poderosa herramienta nuestra! ⭐️ El detector emocional que hemos creado a partir de nuestras experiencias nos brinda la valiosa capacida...