El desamparo es un sentimiento profundo de abandono, de ausencia de contención y la certeza de que no podemos contar con ninguna ayuda. Sentirnos solos en el mundo. Un hueco en nuestro interior. Los que han sentido el desamparo saben a qué me refiero: se padece, se sufre, y viene acompañado de sensaciones corporales que aumentan el displacer.
Para los que ingresan en este tema por vez primera, les recomiendo leer El Desamparo Emocional ya que el presente artículo es una ampliación del mismo, y podrán aprovecharlo mejor.
Lo esencial que hemos de entender es que el sentimiento de desamparo nace en un momento de nuestra vida donde somos y estamos indefensos, nuestra infancia, donde necesitamos la presencia de alguna persona adulta para que nos cuide, nos proteja, nos acompañe en nuestro crecimiento (físico y emocional). La pérdida o ausencia de esta persona en nuestro entorno produce el sentirnos desamparados.
Cuando ya siendo adultos nos aparece este sentir tan doloroso, es porque algo nos detona esa herida antigua, donde nos sentimos desamparados, indefensos, solos. Una parte nuestra interna quedó como ese niño desamparado, y ahí acudimos sin darnos cuenta ... tengamos la edad que tengamos.
Dentro de la variedad de caminos que hay para sanar esa herida y acompañar a esa parte nuestra, que le denomino "aspecto niñ@" para que crezca, les sugiero dos:
- Revisar las conclusiones de Vida que sacamos en el momento que sentimos el desamparo emocional. Son conclusiones que nos ayudaron a sobrevivir en su momento, mas siguen vigentes en la actualidad. Cuando pasa algo en nuestra vida actual, ruptura de relaciones, pérdida de un ser querido, ausencias, ... volvemos a repetirnos internamente esa conclusión que sacamos cuando éramos niños. "Siempre estás solo/a", "No puedes contar con nadie" ...
Darnos cuenta que permanece este pensamiento/certeza vieja y sigue vigente, es un gran paso para iniciar su transformación, pues si bien fue cierto en su momento, ya no!!
- Acudir al rescate de nuestro aspecto Niño/a que en ese instante está volviendo a sentir el mismo desamparo que antes. Cuando digo ir al rescate me refiero que a pesar del dolor del momento, también tenemos un aspecto Adulto desarrollado (el que tiene relaciones personales, laborales, el que ha alcanzado sus logros a esta altura de su vida, y el que ha aprendido de sus experiencias no gratas).
Cierra tus ojos e imagínate que tú como adulto vas al lado de tu Niño/a, te sientas, lo abrazas ... y con tu voz interior háblale suavemente ... "Estoy acá, contigo" ... "Ya no está más solo/a" ... "Puedes contar conmigo" ...
Es una de las maneras más profundas de ir ayudando a crecer a este aspecto Niño/a nuestro interno; de que el sentimiento de desamparo vaya disolviéndose pues va registrando que ya No Es lo mismo que antes. Nuestra realidad actual, todas las herramientas con las que cuento AHORA son concretas.
Ojalá les sume esta información, integrando esa parte nuestra que reclama nuestra ayuda. Además, en muchas ocasiones corremos el riesgo de quedar pegados a una relación que sabemos que no está bien, pero es mejor que quedar solos. ¡Ups!
¡Deseándoles lo mejor!
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
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Muy lucida Aida, cómo siempre. Gracias! Siempre te leo!!!
ResponderBorrarGracias Clau!! Siempre tan generoso!!
BorrarTambien he conocido hombres que fueron abandonados y hacer una huida frente al miedo de volver a ser abandonados ( antes que me abandonen me voy yo )
ResponderBorrarHola Julia.
BorrarPor supuesto! Toca a todos los que transitaron la dolorosa experiencia del abandono.
Gracias por tu comentario.
Un cálido saludo, Aida
Hola maestra querida gracias por seguir enseñando. Muy lindo artículo
ResponderBorrarMuchas gracias por tus cálidas palabras!!
BorrarUn abrazo,
Aída
Gracias
ResponderBorrarGracias a Usted!
BorrarGracias Aida, es justo lo que necesitaba leer estos dias. Estoy en medio de un proceso terapeutico complejo y que ha despertado muchos fantasmas y justo el miercoles mi psicologa me dijo que nuestras sesiones se acabarian en dos meses (es un servicio financiado con ayuda limitada en el tiempo). En un principio me choco la noticia, luego reconoci que me habia sorprendido pero le dije (y asi lo creia) que lo entendia y que estaba aprendiendo a 'dejar ir a las personas'. Era cierto pero tambien habia sentimiento de abandono, de haber sido dejada de lado justo cuando mas la necesito y mis circusntancias personales me hacen sentir mas vulnerables. Desde leugo son ecos del pasado y miedo 'al futuro'. Se, como adulta, que no me abandona, pero la vocecita de la infancia que llevo dentro se pregunta que he hecho mal y si es mi culpa que ella tambien se marche de mi lado ahora que empezaba a abrir mis heridas.
ResponderBorrarPodemos hechar de menos al terapeuta y a la seguridad que reprsenta?
Saludos y gracias por tus articulos
Emi
Hola Emi,
BorrarGracias por tus palabras y compartir tu vivencia actual sobre este tema.
Por supuesto que se puede extrañar al terapeuta y la seguridad que representa!! De ahí que suele hacer más espaciado el término de los encuentros (dar de alta, por ejemplo) para "soltar" y confiar en las herramientas y crecimiento interno.
Esta situación por la que atraviesa te ha tocado un punto de desamparo, abandono y miedo de "allá y entonces", de tu pasado, que no tiene que ver con tu terapeuta (como has podido darte cuenta). Respira profundo tantas veces necesites, para ubicarte en el presente y conectarte con lo que tu razonamiento ya sabe: no estás siendo abandonada!!
Es una señal de que necesitas seguir asistiendo esa herida antigua, para sanarla y acompañar a tu niña que se sintió desamparada en el pasado.
Ojalá te sea útil.
Un cálido saludo
Aida