Día a día hacemos elecciones en nuestra vida, aunque no nos demos cuenta de muchas de ellas ya sea que las realizamos en automático, o "es lo que se debe hacer", mas si nos paramos unos segundos a pensar, veríamos otras opciones ... y ahí nuestra elección, sea la que sea, iría acompañada de la mejor actitud , encontrándonos mucho más frecuente con el plácido sentimiento de querer lo que hago.
Podemos darnos cuenta, despacio y cada uno a su tiempo interno, qué elijo y para qué lo elijo, y si con estas respuestas sigo eligiéndolo - sea lo que sea- entonces me abro a quererlo, me cambia la mirada, mi actitud se torna positiva, me apropio de mi elección. Muchas veces lo que elijo no me gusta en sí mismo, mas lo hago desde los beneficios que me reporta ( un ejemplo concreto es ir al dentista, ¿a quién le gusta?). Y esto lo aplicamos a cada área de nuestra vida.
Tomar contacto con nuestras necesidades, descubrir qué hacemos con ellas, ¿las escuchamos y las atendemos?, ¿las evitamos? y de ser así, de qué manera hacemos lo que hacemos y cómo nos repercute a nosotros mismos y de qué manera incide en nuestras relaciones. Nos vamos apropiando de lo que nos pasa, tomando el protagonismo de nuestra existencia, registrando nuestra posible complicidad en muchas situaciones, aún con lo doloroso o incómodo que puede ser este descubrimiento, mas que nos saca de la impotencia o lugar de sometimiento.
Y cuando nos damos cuenta que no podemos hacer nada en lo concreto, por ejemplo con avatares de la vida que nos alcanzan o relaciones tóxicas que tenemos, nos paramos desde un lugar de preguntarnos de alguna manera "¿qué hago con esto?", que puede llevarnos a tomar paulatinas elecciones, un paso a paso respetuoso del tiempo personal, o a revisar qué actitud tomo frente a esto o aquello.
Comparto un pensamiento anónimo:
"Nada ha cambiado,
sólo mi actitud.
Por eso, todo ha cambiado"
Y si descubro que no quiero lo que hago ... y lo sigo haciendo ... no me voy a autoengañar ni tirar afuera la responsabilidad de lo que me pasa. Por lo menos he de tener muy claro que haciendo lo mismo, voy a obtener los mismos resultados.
También puede pasar que sigo sin querer lo que hago y lo elijo todavía (me encanta la importancia de esta palabra: TODAVÍA) debido a que ignoro cómo generar el cambio o aún no tengo las herramientas necesarias. Ya es un gran paso este darse cuenta, que impregna de otra actitud, sin duda alguna.
Y tú, ¿quieres lo que haces?
¿Tienes algún "todavía"?
¡Les deseo un hermoso día, queriendo lo que elijan!
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
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Hecho para mí!! Gracias Doc!
ResponderBorrarSaludos,
Rodrigo
Gracias Rodrigo por sus palabras!
BorrarUn cálido saludo,
Aída