Pareciese medio disparatado pensar que alguno de nosotros tiene dificultad para recibir: ¿a quién no le agrada?, ¡es fantástico!, mas si miramos un poquito adentro y revisamos nuestras reacciones cuando recibimos algo, podríamos llevarnos alguna que otra sorpresa.
Pensemos por ejemplo cuando recibimos un comentario positivo sobre nuestro aspecto externo: "Qué bien te queda esa camisa"; podemos encontrar alguna de estas respuestas:
- ¿Tú crees?
- ¡Eso es porque me quieres!
- Uy, tiene como tres años.
Y si lo que recibimos hace referencia a nuestro ser persona, sobre algún aspecto interno o referente a algún logro, pueden aparecer casi las mismas respuestas:
- ¿Tú crees?
- Es que me miras con buenos ojos.
- Gracias (acompañado adentro con cierta dosis de vergüenza o incomodidad)
De alguna manera con estas respuestas bajamos la tensión que esta situación nos provoca, pues en ese instante nos sentimos mirados por el otro, en el sentido de que nos da existencia, no de ser observados. El otro me registra y me reconoce, entra en contacto conmigo.
Otra de las grandes razones por la puede ser difícil el recibir, es porque internamente aparece una sensaciòn incómoda de quedar en deuda con la persona que nos está dando. De alguna manera siento que tengo que devolver, no con la "misma especia" pero sì devolver "algo" para compensar. Y se elige mejor no recibir para no deber.
Lo importante y necesario es dar las GRACIAS profundamente sentidas.
Les propongo que presten atención qué les pasa en sus vidas cotidianas cuando reciben, y lo hagan en tres niveles:
- ¿qué sienten?
- ¿qué piensan?
- ¿qué hacen o dicen?
Es una manera de abrirse al darse cuenta de cómo andan en este tema del Recibir; por ahí descubren que "les dan más de lo que registran" o lo esquivan porque:
- los moviliza adentro y se conectan con su sensibilidad, o
- no quieren quedar "en deuda".
Los dadores suelen tener dificultad para recibir, lo cual conlleva el no ofrecerle a las otras personas la misma satisfacción que ellos generan ... para reflexionar ¿eh? Y ni qué hablar de la dificultad en el PEDIR. ¡Pero esto es otro tema!
En las relaciones hemos de estar atentos a sostener un equilibrio entre el Dar, el Recibir y el Pedir. Si tenemos muy desarrollada una de ellas, tendremos problemas en alguna de las otras ... y no es casualidad que se encuentre rodeada de personas que se exceden en lo que les falta (por ejemplo una persona que dà pero que le cuesta recibir, "se encontrará" con personas que piden fàcil - tiempo, dedicaciòn, dinero, etc- y suelen generar muy bien el sentimiento de culpa en el otro si no se les complace. ¡Para estar atentos!
¿Te animas a descubrir còmo andas en este tema?
Lindo dìa para tí.
Dra. Aìda Bello Canto
Psicologìa y Gestalt
13 de agosto de 2017
6 de agosto de 2017
El Poder oculto de la Vìctima (Relaciones tóxicas)
En una relación tóxica, desde el nivel más pequeño hasta la violencia emocional / física, hay dos partes necesarias para que se establezca este tipo de vínculo: víctima y victimario.
Cuando la víctima toma la decisión de salir de este lugar y empezar a dar los pasos necesarios, va a llegar a lo que se llama el empoderamiento de la víctima, donde la persona recupera el poder que durante tanto tiempo le ha entregado al otro.
En esta etapa, la víctima se ha vuelto a descubrir como persona, con sus propios deseos y necesidades, puede diferenciarse del otro y reconocer que también posee sus deseos y necesidades que no siempre coinciden con las de la otra persona, y ésto no implica desamor ni ruptura. Por supuesto que la ruptura o toma de distancia se hace imprescindible cuando el "victimario" no ha evolucionado en el proceso y sigue instalado/a en tal lugar. Seguirá atacando a través del miedo y la culpa, pero ya no surtirá efecto, pues la víctima ¡dejó de serlo! No cae más en las redes de la antigua relación tóxica.
Ahora bien, es importante saber que una vez que se ha alcanzado el empoderamiento, el objetivo de no ser más víctima, ha de empezar a reconocer y estar atent@ a diluir también el victimari@ que ha permanecido oculto.
Parece difícil visualizar este poder oculto que tiene toda víctima, pues nos conectamos con su dolor, su vulnerabilidad, mas sepamos que sí ejerce este poder escondido; generalmente con otras personas y en otras áreas de su vida. Suele aparecer donde captan desigualdad en la relación, registran que la otra persona está en desventaja. Lamentablemente, el lugar donde se deposita este poder, variedad de formas de maltrato, suelen ser los niños. Y así se va alimentando el circuito víctima /victimario.
Toda persona que sale de una relación de sometimiento, que ha sido víctima, tiene la responsabilidad de descubrir si ejerce el maltrato en otro lugar o en las nuevas relaciones, ver cómo descarga su enojo, si somete o maltrata (de las diferentes maneras que hay) a alguien, para realmente romper el doble juego víctima / victimario.
La única manera de desarticular este entramado tóxico es saliendo de cualquiera de los dos polos y parándose en la vida desde una nueva manera de relacionarse: ni víctima ni victimario.
Para los que aún no han llegado a esta etapa del empoderamiento de la victima, sino que todavía padecen, les recomiendo la lectura de Maltrato: 7 Tips para salir (Vínculos Tóxicos), con un breve video al final sobre las señales del maltrato.
Un cálido abrazo,
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
Cuando la víctima toma la decisión de salir de este lugar y empezar a dar los pasos necesarios, va a llegar a lo que se llama el empoderamiento de la víctima, donde la persona recupera el poder que durante tanto tiempo le ha entregado al otro.
En esta etapa, la víctima se ha vuelto a descubrir como persona, con sus propios deseos y necesidades, puede diferenciarse del otro y reconocer que también posee sus deseos y necesidades que no siempre coinciden con las de la otra persona, y ésto no implica desamor ni ruptura. Por supuesto que la ruptura o toma de distancia se hace imprescindible cuando el "victimario" no ha evolucionado en el proceso y sigue instalado/a en tal lugar. Seguirá atacando a través del miedo y la culpa, pero ya no surtirá efecto, pues la víctima ¡dejó de serlo! No cae más en las redes de la antigua relación tóxica.
Ahora bien, es importante saber que una vez que se ha alcanzado el empoderamiento, el objetivo de no ser más víctima, ha de empezar a reconocer y estar atent@ a diluir también el victimari@ que ha permanecido oculto.
Parece difícil visualizar este poder oculto que tiene toda víctima, pues nos conectamos con su dolor, su vulnerabilidad, mas sepamos que sí ejerce este poder escondido; generalmente con otras personas y en otras áreas de su vida. Suele aparecer donde captan desigualdad en la relación, registran que la otra persona está en desventaja. Lamentablemente, el lugar donde se deposita este poder, variedad de formas de maltrato, suelen ser los niños. Y así se va alimentando el circuito víctima /victimario.
Toda persona que sale de una relación de sometimiento, que ha sido víctima, tiene la responsabilidad de descubrir si ejerce el maltrato en otro lugar o en las nuevas relaciones, ver cómo descarga su enojo, si somete o maltrata (de las diferentes maneras que hay) a alguien, para realmente romper el doble juego víctima / victimario.
La única manera de desarticular este entramado tóxico es saliendo de cualquiera de los dos polos y parándose en la vida desde una nueva manera de relacionarse: ni víctima ni victimario.
Para los que aún no han llegado a esta etapa del empoderamiento de la victima, sino que todavía padecen, les recomiendo la lectura de Maltrato: 7 Tips para salir (Vínculos Tóxicos), con un breve video al final sobre las señales del maltrato.
Un cálido abrazo,
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
30 de julio de 2017
23 de julio de 2017
¿Vives postergando?
La postergación es el lugar a donde van los deseos, los proyectos, las ganas. Siempre hay un "después", "será en otro momento", ... y así pueden pasar los meses y los años repitiendo lo mismo, viviendo el mismo escenario vital, sin encontrar el momento adecuado para empezar y concretar lo que queremos. Haciendo lo mismo, obtenemos los mismos resultados.
Creo que en alguna medida a todos nos pasa ésto en algùn àrea de nuestra vida, mas hay personas con alta tendencia a postergar sus proyectos, encontrando siempre razones para lanzar al futuro sus ganas. Cuando es una constante la postergación, puede pasar a ser un problema y/o fuente de insatisfacciòn.
Solemos recuperar una sabiduría olvidada solamente en situaciones límites: cuando fallece un ser querido, atravesamos una experiencia de alto peligro y salimos salvos de ella (un accidente, un infarto, etc), nos conmovemos con catástrofes acontecidas en nuestro país y en el mundo. Después de un tiempo, nos trabaja el olvido (como decía Borges). ¡Volvemos a postergar!
La sabiduría olvidada a la que me refiero es a que somos finitos. La importancia del Tiempo.
Parece obvio ¿verdad? Pues a mi criterio lo olvidamos reiteradamente y nos comportamos con otros y con nosotros mismos como si fuésemos inmortales: siempre habrá un mañana para decir un te quiero a un amigo o familiar, hacer una llamada, hacer algo que me gusta, realizar las modificaciones o movimientos necesarios para transformar lo que me incomoda, "darme tiempo" y "dar mi tiempo".
Podemos encontrar en la calle un billete de $100, por ejemplo, pero nunca encontraremos 100 minutos.
Recomiendo la película "El precio del mañana" ("In Time") donde el tiempo de vida es el nuevo dinero; todo se paga con tu tiempo de vida. Muy interesante para reflexionar, amén de entretenida como película.
En estos días me ha estado rondando la idea de transmitir un sencillo ejercicio que utilizo en el ámbito profesional y personal, cuyo objetivo es "sacudir amorosamente" a la persona que vive postergando y está pleno/a de insatisfacción y de queja. Para quienes tienen muy presentes los "pero", todas las situaciones son dramáticas y el mundo externo no hace más que poner obstáculos.
¿Cuál es el ejercicio? Busquen por favor una cinta métrica. Agarren con una mano la cinta métrica en el número que estiman que es la edad promedio hasta donde vivimos. Con la otra mano sostengan la cinta en el número que marca la edad que tienen ahora. ¿Ya está?
Ahí tienes una visión clara del tiempo vivido ... ¿qué te pasa con el tiempo entre las dos manos?
Cada vez que vuelvas a postergar algo importante para tí, que creas que tienes todo el tiempo del mundo para llevarlo a cabo, acuérdate de èsto!
Ya pasamos la mitad del año, ¿còmo vas con los propòsitos personales con los que empezaste este 2017?
Un cálido saludo,
Dra. Aída Bello Canto
Psicologìa y Gestalt
Creo que en alguna medida a todos nos pasa ésto en algùn àrea de nuestra vida, mas hay personas con alta tendencia a postergar sus proyectos, encontrando siempre razones para lanzar al futuro sus ganas. Cuando es una constante la postergación, puede pasar a ser un problema y/o fuente de insatisfacciòn.
Solemos recuperar una sabiduría olvidada solamente en situaciones límites: cuando fallece un ser querido, atravesamos una experiencia de alto peligro y salimos salvos de ella (un accidente, un infarto, etc), nos conmovemos con catástrofes acontecidas en nuestro país y en el mundo. Después de un tiempo, nos trabaja el olvido (como decía Borges). ¡Volvemos a postergar!
La sabiduría olvidada a la que me refiero es a que somos finitos. La importancia del Tiempo.
Parece obvio ¿verdad? Pues a mi criterio lo olvidamos reiteradamente y nos comportamos con otros y con nosotros mismos como si fuésemos inmortales: siempre habrá un mañana para decir un te quiero a un amigo o familiar, hacer una llamada, hacer algo que me gusta, realizar las modificaciones o movimientos necesarios para transformar lo que me incomoda, "darme tiempo" y "dar mi tiempo".
Podemos encontrar en la calle un billete de $100, por ejemplo, pero nunca encontraremos 100 minutos.
Recomiendo la película "El precio del mañana" ("In Time") donde el tiempo de vida es el nuevo dinero; todo se paga con tu tiempo de vida. Muy interesante para reflexionar, amén de entretenida como película.
En estos días me ha estado rondando la idea de transmitir un sencillo ejercicio que utilizo en el ámbito profesional y personal, cuyo objetivo es "sacudir amorosamente" a la persona que vive postergando y está pleno/a de insatisfacción y de queja. Para quienes tienen muy presentes los "pero", todas las situaciones son dramáticas y el mundo externo no hace más que poner obstáculos.
¿Cuál es el ejercicio? Busquen por favor una cinta métrica. Agarren con una mano la cinta métrica en el número que estiman que es la edad promedio hasta donde vivimos. Con la otra mano sostengan la cinta en el número que marca la edad que tienen ahora. ¿Ya está?
Ahí tienes una visión clara del tiempo vivido ... ¿qué te pasa con el tiempo entre las dos manos?
Cada vez que vuelvas a postergar algo importante para tí, que creas que tienes todo el tiempo del mundo para llevarlo a cabo, acuérdate de èsto!
Ya pasamos la mitad del año, ¿còmo vas con los propòsitos personales con los que empezaste este 2017?
Un cálido saludo,
Dra. Aída Bello Canto
Psicologìa y Gestalt
16 de julio de 2017
¿Con Enojo? ¡Tip para no empeorar las cosas!
Actualizado: "¿Con Enojo? Tip para no empeorar la situación"
Dra. Aída Bello Canto
Psicologìa y Gestalt
9 de julio de 2017
¡Eficacia del Pensamiento Opuesto!
Hoy en día son ampliamente conocidas las bondades y beneficios que acarrea el tener pensamientos positivos: la incidencia que poseen en nuetros químicos orgánicos, cómo modifican nuestras emociones, nos ayudan a cultivar una actitud positiva, alimentan la resiliencia - esa capacidad nuestra de salir transformados positivamente tras una crisis o catástrofe, entre muchas otras.
Teniendo tanta información al respecto, desde libros/ internet de fácil acceso, cursos, programas de masiva difusión, hasta las más sofisticadas investigaciones neurológicas, psicológicas, etc, la realidad es que nos cuesta un montón el instalar este tipo de pensamiento como hábito.
Permítanme compartirles una experiencia que tuve un día en clase de teatro. A una compañera y a mí nos tocó hacer una escena donde éramos dos compañeras de trabajo donde una tomaba todo positivamente y la otra todo negativamente. Elegimos tomar cada una el papel que más nos costaba, para salir de "lo conocido". Ella eligió ser la positiva, y yo la negativa. Yo le encontré "la quinta pata al gato" absolutamente a todo; mis comentarios negativos rebatían de inmediato los comentarios positivos de ella. ¿Cuál fué mi revelación? ¡que me resultó muy fácil instalarme en la mala onda, el miedo y la queja! ¡Y a ella le salió de maravillas, de manera muy fluída, la mirada positiva ante todo acontecimiento!
Entonces, ¿no será cuestión de ponerse los zapatos del pensamiento positivo como entrenamiento para que el mismo vaya instalándose e integrándose a nuestra manera de "mirar" lo que vivimos y cómo vivimos?
De alguna manera de esto se trata el Pensamiento Opuesto: cada vez que tengamos un pensamiento negativo, pensar inmediatamente lo contrario. La mente sólo puede pensar una cosa a la vez, no puede tener dos pensamientos al mismo tiempo.
Este método ayuda a erradicar los pensamientos negativos, cambiando cada uno de ellos inmediatamente por su opuesto, el contrario. Hacerlo sin juzgarlo; también nos ayuda a ver la otra cara oculta de las situaciones, de las personas, de nosotros mismos.
Este método del Pensamiento Opuesto, nos lo brindó Robin S. Sharma en su libro "El monje que nos sugiere el uso de este método durante un período estipulado de tiempo (por ejemplo tres semanas) para que podamos crear el hábito del mismo.
vendió su ferrari", atribuyéndoselo al yogi Raman. Él
¡Una "gimnasia mental"!
Creo que lo estoy haciendo es un recordatorio de algo que todos sabemos, aunque no supiéramos el nombre del método, mas lo simple y sano se nos olvida con facilidad.
Para terminar, y ya puesta en recordar lo olvidado, les paso tres puntos a tener en cuenta si deseamos vivir/ convivir en balance:
- Pensamientos positivos
- Acciones constructivas
- Palabras armoniosas
¿Lo intentamos?
Dra. Aìda Bello Canto
Psicologìa y Gestalt
Teniendo tanta información al respecto, desde libros/ internet de fácil acceso, cursos, programas de masiva difusión, hasta las más sofisticadas investigaciones neurológicas, psicológicas, etc, la realidad es que nos cuesta un montón el instalar este tipo de pensamiento como hábito.
Permítanme compartirles una experiencia que tuve un día en clase de teatro. A una compañera y a mí nos tocó hacer una escena donde éramos dos compañeras de trabajo donde una tomaba todo positivamente y la otra todo negativamente. Elegimos tomar cada una el papel que más nos costaba, para salir de "lo conocido". Ella eligió ser la positiva, y yo la negativa. Yo le encontré "la quinta pata al gato" absolutamente a todo; mis comentarios negativos rebatían de inmediato los comentarios positivos de ella. ¿Cuál fué mi revelación? ¡que me resultó muy fácil instalarme en la mala onda, el miedo y la queja! ¡Y a ella le salió de maravillas, de manera muy fluída, la mirada positiva ante todo acontecimiento!
Entonces, ¿no será cuestión de ponerse los zapatos del pensamiento positivo como entrenamiento para que el mismo vaya instalándose e integrándose a nuestra manera de "mirar" lo que vivimos y cómo vivimos?
De alguna manera de esto se trata el Pensamiento Opuesto: cada vez que tengamos un pensamiento negativo, pensar inmediatamente lo contrario. La mente sólo puede pensar una cosa a la vez, no puede tener dos pensamientos al mismo tiempo.
Este método ayuda a erradicar los pensamientos negativos, cambiando cada uno de ellos inmediatamente por su opuesto, el contrario. Hacerlo sin juzgarlo; también nos ayuda a ver la otra cara oculta de las situaciones, de las personas, de nosotros mismos.

vendió su ferrari", atribuyéndoselo al yogi Raman. Él
¡Una "gimnasia mental"!
Creo que lo estoy haciendo es un recordatorio de algo que todos sabemos, aunque no supiéramos el nombre del método, mas lo simple y sano se nos olvida con facilidad.
Para terminar, y ya puesta en recordar lo olvidado, les paso tres puntos a tener en cuenta si deseamos vivir/ convivir en balance:
- Pensamientos positivos
- Acciones constructivas
- Palabras armoniosas
¿Lo intentamos?
Dra. Aìda Bello Canto
Psicologìa y Gestalt
2 de julio de 2017
9 tips para Salir de Relaciones Tòxicas
Así como los vínculos tóxicos se van formando en el tiempo, de igual manera lleva tiempo el salir de ellos pues los pasos han de darse despacio para no caer nuevamente en las redes del miedo, la justificación del otro o la culpa. El deseo de realizar grandes pasos estará presente, por la angustia u opresión sentida, mas la ganancia de lo lento es no retroceder y aprender de uno mismo para no caer en la misma historia ... ¡con otro personaje!
1) Ten presente que existe una "alianza" entre los dos que forman la relación (pareja, amigo, familiar) y formas parte de la misma. Aprópiate de la cuota de responsabilidad que te pertenece. Negarla es seguir depositando todo en la otra parte del vínculo. Además, sabiendo que alimentas este tipo de relación, ya sabes que al retirar tu colaboración empiezas a recuperar tu poder perdido.
2) Apela a tus soportes internos y a la mayor cantidad posible de soportes externos que poseas, o ¡búscalos! (amigos, terapeuta, encuentros de reflexión sobre el tema, grupos de ayuda, espacios de crecimiento personal, etc). Son muy importantes las ayudas externas, pues desconfías de tus capacidades, has olvidado tus deseos y necesidades y/o tu propia desvalorización es grande. Acude a quién te conoce "de antes" o a quién puede ayudarte a reencontrarte.
3) Utiliza como señales de alerta de estar frente a una situación de manipulación, tus sensaciones corporales displacenteras (riesgo de somatizaciones), pues el cuerpo "habla"; escucha o aprende a escuchar el lenguaje del mismo.
4) Recuerda que tienes derecho a poner límites, con respeto hacia el otro y hacia tu persona. Empieza con algo pequeño, que puedas registrar que este pequeño cambio tuyo no es una actitud de "desamor" hacia el otro, aunque posiblemente te acusarán de ello pero ya no caerás en la "trampa de la culpa".

5) Es muy importante que tengas una comunicación clara, sin vueltas ni rodeos; no esperes que la otra persona se dé cuenta de lo que consideras obvio. Usualmente nos movemos en nuestro propio mundo de supuestos e imaginarios, "ya sabemos cómo el otro piensa o qué nos va a decir", y podemos caer en malentendidos porque reaccionamos según lo que creemos y no necesariamente ante lo que "es".
6) Manifiesta tus necesidades, fundamentalmente en caso de pedidos ante los cuales sientas presión o que no eres tomado/a en cuenta. Puedes aceptar una parte del pedido y otra parte no; se explícito/a al respecto, dando así la oportunidad a la otra persona de contestar afirmativamente o negativamente.
7) Cuando la otra persona ignora tus necesidades, tus motivos, invalida tus razones e intenta lograr su objetivo al margen de tu "costo", entonces ya has dado otro gran paso en el darte cuenta de estar en un vínculo que te intoxica. En tí reside el seguir saliendo del lugar de víctima.
8) Frecuentemente es necesario un espacio terapéutico para transitar este proceso de salir de una relaciòn tòxica, ya que dependiendo del grado de toxicidad en el vínculo, la niebla (confusión) puede ser muy densa. Además, te ayudará a ir integrando partes tuyas olvidadas, fortaleciendo tus soportes internos (capacidades, cualidades, gustos, deseos postergados, etc).
9) Ten paciencia para contigo mismo/a; los auto-reproches también intoxican: ¡no lo hiciste mejor porque no sabías cómo!
1) Ten presente que existe una "alianza" entre los dos que forman la relación (pareja, amigo, familiar) y formas parte de la misma. Aprópiate de la cuota de responsabilidad que te pertenece. Negarla es seguir depositando todo en la otra parte del vínculo. Además, sabiendo que alimentas este tipo de relación, ya sabes que al retirar tu colaboración empiezas a recuperar tu poder perdido.
2) Apela a tus soportes internos y a la mayor cantidad posible de soportes externos que poseas, o ¡búscalos! (amigos, terapeuta, encuentros de reflexión sobre el tema, grupos de ayuda, espacios de crecimiento personal, etc). Son muy importantes las ayudas externas, pues desconfías de tus capacidades, has olvidado tus deseos y necesidades y/o tu propia desvalorización es grande. Acude a quién te conoce "de antes" o a quién puede ayudarte a reencontrarte.
3) Utiliza como señales de alerta de estar frente a una situación de manipulación, tus sensaciones corporales displacenteras (riesgo de somatizaciones), pues el cuerpo "habla"; escucha o aprende a escuchar el lenguaje del mismo.
4) Recuerda que tienes derecho a poner límites, con respeto hacia el otro y hacia tu persona. Empieza con algo pequeño, que puedas registrar que este pequeño cambio tuyo no es una actitud de "desamor" hacia el otro, aunque posiblemente te acusarán de ello pero ya no caerás en la "trampa de la culpa".

5) Es muy importante que tengas una comunicación clara, sin vueltas ni rodeos; no esperes que la otra persona se dé cuenta de lo que consideras obvio. Usualmente nos movemos en nuestro propio mundo de supuestos e imaginarios, "ya sabemos cómo el otro piensa o qué nos va a decir", y podemos caer en malentendidos porque reaccionamos según lo que creemos y no necesariamente ante lo que "es".
6) Manifiesta tus necesidades, fundamentalmente en caso de pedidos ante los cuales sientas presión o que no eres tomado/a en cuenta. Puedes aceptar una parte del pedido y otra parte no; se explícito/a al respecto, dando así la oportunidad a la otra persona de contestar afirmativamente o negativamente.
7) Cuando la otra persona ignora tus necesidades, tus motivos, invalida tus razones e intenta lograr su objetivo al margen de tu "costo", entonces ya has dado otro gran paso en el darte cuenta de estar en un vínculo que te intoxica. En tí reside el seguir saliendo del lugar de víctima.
8) Frecuentemente es necesario un espacio terapéutico para transitar este proceso de salir de una relaciòn tòxica, ya que dependiendo del grado de toxicidad en el vínculo, la niebla (confusión) puede ser muy densa. Además, te ayudará a ir integrando partes tuyas olvidadas, fortaleciendo tus soportes internos (capacidades, cualidades, gustos, deseos postergados, etc).
9) Ten paciencia para contigo mismo/a; los auto-reproches también intoxican: ¡no lo hiciste mejor porque no sabías cómo!
Este viaje de desintoxicación, ¡merece el esfuerzo! ya que tu relación se torna nutritiva, ligera y energizante. Si los dos no se embarcaron en este viaje, te asegurarás de que no se repitan en ningún área de tu vida, habiendo desarrollado en este aprendizaje un increíble "radar".
¡Ánimo!
Dra. Aìda Bello Canto
Psicologìa y Gestalt
Dra. Aìda Bello Canto
Psicologìa y Gestalt
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