14 de junio de 2015

La enfermedad de Complacer a los demás

Psicologia, Emociones, Gestalt, Aida Bello Canto, Vinculos Toxicos, Anestesia emocional
Complacer a otra persona es un acto generador de bienestar, siempre y cuando lo hagamos por elección, sabiendo internamente que puedo también elegir no hacerlo sin "consecuencias" emocionales y/o físicas. Cada vez que realizo una elección, primero he tenido que consultarme y preguntarme qué es lo que quiero, o no quiero, y como resultado de este propio encuentro aparece mi elección. Cuando complacemos a otra persona porque elegimos hacerlo, no solamente estamos favoreciendo/gratificando al otro ser humano sino que nosotros mismos nos vemos complacidos en este acto. Tenemos ganancia doble, por decirlo de alguna manera.

Mas, ¿qué pasa cuando el complacer no nace de una libre elección, sino como una respuesta repetida? La enfermedad de complacer a los demás genera vínculos tóxicos, donde una de las partes acude a ceder /complacer al otro por varias razones:. Algunas de ellas son:

- es una manera de evitar conflictos,
- temo herir los sentimientos de la otra persona,
- no sé cómo pararme/sostener mi deseo frente al otro,
- estoy acostumbrad@ a renunciar a mi poder de elección,
- renuncio a mis propias actividades o incluso a personas para sostener el vínculo.

Las personas que reiteradamente complacen van olvidando poco a poco sus genuinos deseos o necesidades, tomando prioridad el deseo o pedido de la otra persona (o personas), utilizando sin darse cuenta en la mayoría de los casos, el complacer como una "moneda de intercambio" por amor, afecto, permanencia en la relación.

Es posible que se haya estado mucho tiempo en ésta manera de vincularse, con lo cual la persona que complace reiteradamente ha perdido registro de lo que siente al hacerlo (anestesia emocional), porque es mucho mayor la sensación de tranquilidad producida por evitar un "mal mayor". La enfermedad de complacer a los demás ha sido estudiada por la psicóloga clínica la Dra. Harriet B. Braiker, quien desarrolló en su libro un plan de acción de 21 días para comprender y tratar este complacer tan dañino.

Una manera de volver a despertar sus emociones y darse cuenta si complace porque lo elige libremente - sin miedo a castigos afectivos-, o lo tiene incorporado por las razones nombradas arriba, es darse el tiempo cada vez que complace de registrar qué siente al hacerlo. Si aparecen algunas de las emociones siguientes, ¡peligro!:
- Incomodidad
- Enojo
- Tristeza
- Impotencia
- Miedo
- Resentimiento
- Victimización

Darse cuenta es un gran paso en el camino de salida si te descubres inmers@ en una relación tóxica. Concédete el tiempo y paciencia para seguir dando pasos y aumentando tu registro perdido de las emociones, para ir discriminando si complaces por miedo o evitación de conflictos, o complaces libremente por elección, con lo cual siempre sentirás un profundo bienestar.
¿Te animas a investigar?

¡Les deseo lo mejor!

Dra. Aida Bello Canto
Psicología y Gestalt

16 de mayo de 2015

La Soledad que Enferma

Soledad, emociones, gestalt, psicologia, Aida Bello Canto,
La soledad es un sentimiento que en mayor o menor grado todos lo hemos sentido en algún momento de nuestras vidas, o varias veces a lo largo de nuestra existencia. Es un estado de soledad temporal, frecuentemente causado por un cambio acontecido: de trabajo, irse a otro país o lugar de residencia, rupturas afectivas, pérdida de un ser querido, etc.

La palabra soledad está tan impregnada de connotación negativa que a muchos les cuesta registrar la parte positiva y necesaria de habitar este sentimiento. El sentirse sol@ también se refiere a no estar con otras personas físicamente, siendo un estado muchas veces buscado para el re-encuentro con uno mismo, dosis de recogimiento necesaria para poder "escucharnos" internamente, consultarnos, reflexionar, aquietarnos del afuera. No es que la persona padezca la soledad, sino que propicia esos momentos, generadores de bienestar y autoconocimiento.

No es lo mismo estar solo que sentirse solo.

Ahora bien, cuando la soledad es un estado interno de permanencia, está hablando de tener escasa conexión con los demás, con el mundo. Por supuesto que puede moverse socialmente, en el trabajo, se comunica con otras personas, mas internamente siente desconexión, no genera vínculos afectivos. Se relaciona pero no se vincula. Acá sí podemos encontrarnos con el padecimiento; es el sentimiento de soledad que aparece, por ejemplo, en la persona que siente desamparo emocional, como expliqué en el post de la semana pasada.

Sobre ésta última soledad es a la que haré referencia a partir de ahora; específicamente cuando la soledad no es deseada, no es buscada.
Existen extensas investigaciones sobre la incidencia de la soledad en la salud física. Les ofrezco algunos resultados:

- El sentimiento de soledad causado por una exclusión, activa regiones de nuestro cerebro donde reside la detección del dolor físico. Podríamos decir y sabemos a ciencia cierta, que la soledad duele, nuestro cuerpo la siente, no solamente es emocional (aunque ya vengo reiteradamente diciendo que en las emociones está presente nuestro cuerpo).

- En las personas crónicamente solitarias, el cortisol que es la hormona del stress, está en niveles más elevados que en las personas que se vinculan.  ¡Y desde la mañana, al levantarse!

- La persona que se siente sol@, más allá de su estado civil o familia que posea, es más proclive a tener interrupciones en su sueño nocturno. El sentirse sol@ no tiene que ver con la situación social o familiar en sí misma, sino en la forma en cómo se percibe.

- El aislamiento social prolongado incide en un mayor riesgo de contraer enfermedades cardíacas, infecciones virales y cáncer. En el 2008 un equipo de investigadores de la Universidad de California (UCLA) identificaron por primera vez un patrón de expresión genética en las células del sistema inmunológico propio de las personas con soledad crónica. (Resultados publicados en el Journal of Genome Biology).

- Aumento de malos hábitos (alimenticios, de cuidado personal) y tendencia a la auto-medicación.

Para terminar, el sentimiento de soledad es muy subjetivo; lo que para algunos es soledad para otros no. Si es buscada, se vive como una experiencia positiva. Si no es buscada, hay sensación de vacío interno y posibles repercusiones en la salud; sin olvidar que pueden ser campo fértil a la dependencia emocional para no estar sol@s. ¡Glup!

Dra. Aida Bello Canto
Psicología y Gestalt


¡No te escondas para encajar!

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